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jueves, 14 de noviembre de 2024

Relato: Un día en Covadonga

 Hoy estreno una nueva modalidad en este blog, la de los relatos. A ver si os gusta. 

UN DIA EN COVADONGA

Covadonga es una localidad de la Comunidad de Asturias, célebre en la historia por ser el lugar donde se inició la Reconquistay que sirvió de refugio a Pelayo y sus hombres. Se encuentra en las estribaciones de los Picos de Europa, la cordillera más alta del Norte de España. Abundan los valles con sus verdes típicos, sus "cabañas" (nombre que se les da a las casas rusticas de la zona) y sus cristalinas aguas, que contrastan con las altas montañas que se levantan en derredor, casi verticalmente, hasta alcanzar alturas de 2.500 metos como el Naranco de Bulnes.

Covadonga


Además, en este bellísimo paisaje está ubicado el Santuario de la Virgen de Covadonga, patrona de Asturias a la que los asturianos llaman cariñosamente "La Santiña" y port la que profesan singular devoción.

Basílica

Aprovechando que durante unas vacaciones veraniegas estuve unos días con unos familiares en Gijón, se me brindó una excursión a Covadonga y sus alrededores. La excursión me dejó un imborreble recuerdo que voy a intentar describir:

Salimos de Gijón sobre las nueve de la mañana. La carretera era bastante buena dentro de la complicada orografía asturiana. Hicimos una escala en Cangas de Onis para ver el puente romano y prepararnos para la ascensión, por una carretera, peligrosa y con subidas muy duras - alcanzan hasta el 17% - hasta los lagos. Pasamos cerca del Santuario, pero no entramos porque ensábamos visitarlo al descender. Llegamos a los lagos tras un arduo esfuerzo pues a los coches pequeños se les recalentaba el motor y tenían que detenerse por la dureza del recorrido.

Puente Cangas de Onis

Como "los lagos" se denomina una planicieen la que finaliza la carretera. Existen varios lagos situados a más de 1.000 metros de altitud; destaca el Enol, el más conocido, con 395 metrosde largo, 191 metros de ancho y 23 metros de profundidad máxima. Entre ellos, con un agua no tan fría como se podría suponer.  , se extienden praderas con un verde típico que constituyen bellos campos en los que los numerosos excursionistas que llegan además de recrearse con el paisaje, pasan una jornada de campo. En días claros, como el que nos tocó en suerte pudimos divisar cimas impresionantes. Allí comimos, jugamos a las palas y pasamos una tarde deliciosa y con alguna curiosa anécdota, como la de una vaca que se acercó desde donde estaba pastando y originó una gran diversión, pues mucha gente se acercó a observarla y hasta a tocarla, aunque unos pobres seññores tuvieron la desgracia de que se encariñase con su comida.

Lago Enol

Alrededor de las siete de la tarde descendimos. Nos paramos en el Mirador de la Reina (desde donde la esposa de D. Pelayo veía venir a su marido de la guerra) llegando hast el Santuario, situado casi al final del descenso. Visitamos la Basílica, que fue construida a finales del siglo XIX, con unestilo gótico y que está emplazada en el lugar que ocupaba la capilla primitiva destruida por un rayo. En la misma planiciehay un colegio de monjas agustinas y un hostal. Pudimos ver la campana (conocida como Campanona) que, según cuenta la leyenda, usaba D. Pelayo para llamar a sus tropas a comer o para dar la alarma. 
La Campanona

A poca distancia está la Gruta de la Santina, santuario abierto en la roca donde está la imagen de la Virgen y a cuyo pie nace una corriente de agua que da origen al río Onis  - y en la cuial (como en cualquier monumento en el que hay agua) la tradición dice que el que lance una moneda volverá a visitar el lugar. La capilla es sobrecogedora tanto por su belleza como por el recogimiento.

A Santiña

Ya al anochecer regresamos a Gijón, a donde llegamos cansados pero con el recuerdo de una jornada inolvidable y que nos gustaría repetir.

Este relato está inspirado en una excursión que hice a Covadonga hace muichos años, cuando aun se podía subir en coche hasta los lagos. Hoy en día desde el Santuari solo es posible acceder en transporte público.