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lunes, 13 de febrero de 2017

¿Violencia de Género o género de violencia?

Hace ya algunos meses que Vladimir Putin promulgó una ley que despenaliza algunos supuestos y casos de violencia entre sexos. Desde que ha comenzado el año 2017 se han producido 10 muertes de mujeres por violencia de sus parejas, siendo 2017 el año con peor comienzo - mayor número de muertes - de los últimos. ( cuarenta y seis mujeres fueron asesinadas por sus parejas en 2016 y sesenta en 2015).Repasando estadísticas oficiales. el número de mujeres víctimas de sus parejas o ex parejas en los últimos años es:


Como se puede comprobar el número de mujeres muertas es muy elevado: 1091 mujeres desde 1999 hasta 2016. Ambas noticias juntas me llevan a considerar el tema, por su importancia, el primero sobre el que reflexionar en el 2017,.

Antes de continuar, me gustaría que se desterrase el término "violencia de género" porque los seres vivos no tenemos género, tenemos sexo y desde un punto de vista lingüístico es más adecuado llamarle "violencia sexista". Tampoco me parece adecuado el térmico "violencia doméstica" porque aunque muchos de estos casos se producen en el domicilio de la víctima o de los implicados, hay otros muchos que se producen en el exterior.

Siguiendo con las estadísticas oficiales, el número de denuncias presentadas en España e los últimos años se puede ver en el siguiente gráfico:


En total, entre 2007 y 2015 se han presentado 1.181.437 denuncias.

La primera pregunta que me planteo es: Estos datos, comparados con otros países de planeta, ¿son altos o bajos? Si se utiliza como referencia un informe poco sospechoso como el II Informe Internacional Violencia contra la mujer en las relaciones de pareja Estadísticas y legislación, elaborado por el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia los datos que se tienen son:



 y si se restringe a los países europeos, lo que se encuentra es:
En ambos casos, la prevalencia de los delitos en España es menor que en la mayoría de los países con los que se compara.Es decir, que aunque en España es número de casos es muy elevado, en otros países del mundo es muy superior e incluso en países de nuestro entorno también.

Es cierto que en el mismo informe que he mencionado antes aparece un dato preocupante y que debe ser evaluado porque indica una tendencia negativa y preocupante: "De los 12 países europeos estudiados, seis han experimentado descensos y seis aumentos en la tasa de femicidios cometidos por la pareja o ex-pareja (por millón de mujeres) entre 2000 y 2003. Los países con mayores incrementos han sido: Luxemburgo (+182,66%) y España (+47,95%)- Los países con descensos mayores han sido: Suecia (-25.40%) y Noruega (-19%)".

Estos mismos datos se refrendan en la encuesta sobre la violencia contra la mujer (Violence against women survey) elaborada por la Unión Europea en 2014 y disponible en la página de la European Union Agency for Fundamental Rights

Sin embargo, cuando se les pregunta a los encuestados acerca de la percepción que tienen sobre la "violencia de género" en sus respectivos países, España se sitúa entre los primeros puestos, ya que el 53% piensa que este problema es “bastante común” y el 31% “muy común”, frente al 51% y el 27% de media que presenta la UE, respectivamente. De este modo, la apreciación social acerca de este drama es casi inversamente proporcional a su incidencia real. Pese a que la violencia contra las mujeres en España es comparativamente baja, la sensación general de la opinión pública es que es muy alta; mientras que en los países del norte de Europa, donde la violencia es mayor, su percepción es muy inferior.
¿A qué se debe esta divergencia? Tal y como recordaba el catedrático José Sanmartín Esplugues en su artículo Violencia en las primeras décadas del siglo XXI Creo, en definitiva, que las claves de la violencia en el siglo XXI son las mismas de siempre: hay una asimetría de poder (real o imaginaria) entre el agresor y la víctima, sea el agresor una persona física o sea jurídica. Esa asimetría de poder genera una reacción emocional de miedo en la víctima que, en ocasiones, puede hacerla propicia para la victimización crónica. Es probable que la victimización crónica lleve aparejada la indefensión condicionada.En esa secuencia juegan un papel relevante los medios de comunicación como amplificadores del miedo. Y ésta es otra clave de la violencia en nuestro tiempo. Joanna Bourke, por cierto, denomina a tales medios los “profesionales del miedo” y no le falta razón.”.De todas fromas, aunque lo que dice el profesor Sanmartin me parece correcto, también es muy posible que este particular sesgo al alza tenga que ver con la mayor concienciación y sensibilización que, hoy por hoy, tiene la sociedad española con respecto al maltrato hacia las mujeres. En todo caso, sean cuales sean las causas de esta mayor percepción, los datos objetivos demuestran que el problema, aun siendo grave, es menos común de lo que se piensa.

Voy a intentar comparar los datos de violencia sexista con otros datos, como la violencia contra los mayores. Es complicado hacerlo porque si bien para la violencia sexista existen multitud de fuentes y datos para elegir, en otros casos de violencias es difícil discriminar..

En el caso de la violencia contra los mayores, aunque no existen datos cuantificables, en algunos trabajos como  “La violencia hacia las personas mayores” de Juan Giró Miranda, profesor de sociología de la Universidad de La Rioja,, se pueden encontrar párrafos como este: "Comparando distintas fuentes, y teniendo en cuenta que las investigaciones están mediatizadas tanto por la conceptualización del término de maltrato, como por la metodología empleada, podemos situar la prevalencia de maltrato a las personas mayores en el ámbito domiciliario en torno al 5 %, y en el caso de maltrato institucional, las distintas investigaciones aceptan que la prevalencia del maltrato a personas mayores se encontraría cercana al 10 %”

Si se establece una comparación entre violencia contra las mujeres y violencia contra los mayores se tienen los siguientes datos (extraídos de “La protección de los colectivos más vulnerables como prioridad de la secretaría de estado de seguridad”) se tiene que a fecha 31 de marzo de 2014, se encuentran registradas en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos deViolencia de Género (Sistema VIOGEN) 319.551 casos de mujeres víctimas de violencia de género, de los cuales, 59,946 se consideran en situación de “caso activo” :  9 en riesgo extremo  120 en riesgo alto  2.701 en riesgo medio  12.709 en riesgo bajo  44,407 en riesgo no apreciado. En ese mimo documento, se puede encontrar, que en el año 2013, el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil registraron: 98.612 delitos y faltas contra personas mayores. Esta cifra supone un incremento de los delitos contra personas de edad mayor o igual a 65 años del 7,1%..

Es decir, que si la violencia sexista es un tema muy importante, que merece enorme atención y que nos debe preocupar a todos los integrantes de la sociedad, hay otros casos de violencia que son tan importantes como ese y que deben de preocuparnos en igual medida. Lo que no debe suceder es que por motivos ajenos a la propia violencia - fundamentalmente motivos políticos, de propaganda o de deformación de la realidad - se discrimine entre violencias que al final son la misma. 

Para reforzar mi última afirmación que todo es la misma violencia, sirva como ejemplo este dato: “Las mujeres mayores de 65 años representan el 12,5% de las víctimas mortales por violencia de género”. También se menciona en el trabajo de Juan Giró Miranda que: "Y es cierto que la violencia ejercida hacia las personas mayores en el contexto familiar nunca ha dispuesto de la misma publicidad que la violencia ejercida sobre las mujeres o sobre los menores, pese a que la prevalencia del maltrato registrado en España de personas mayores es similar a la del maltrato infantil y que en la violencia de género no se discriminan las estadísticas según edad."

Resumiendo, no creo que se trate de "violencia de género" sino que es un género de violencia, la que practica el ser humano contra el ser humano y que cada vez se manifiesta en mayor medida y se exalta mas en los medios de comunicación: hombres contra mujeres, blancos contra negros, hijos contra padres, etc, etc.


7 comentarios:

  1. Gracias Planckito, tal vez seamos unos bichos violentos por naturaleza y nos entretenemos en ponerle adjetivos que nos hagan sentir menos culpables...no, la violencia es sobre todo de género y yo no la practico...pero claro, eso sobre es cosa de otras religiones...no, no, yo no soy racista...en fin...eso, que gracias por hacernos reflexioar un rato.
    J.

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    1. Buenos días J. No sé si somos bichos violentos por naturaleza, pero desde luego la impresión que damos es que estamos más próximos a la violencia que al entendimiento y a las pruebas me remito. Efectivamente, la idea original de este blog es que sirviera de reflexión a quienes lo leyeran y que, se discrepe o se esté de acuerdo, sirva de foro de debate o de opinión civilizada.

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  2. La violencia es violencia, nunca acabé de entender para que sirven los adjetivos que le ponemos, aunque si veo que hay mucho interés y mucho interesado en adjetivarlos (pensemos en la acepción que últimamente se da a 'terrorismo' para usarlo en cualquier ámbito siempre que sea conveniente).
    Y la violencia es preocupante, desde luego, pero el 'papel relevante de los medios de comunicación como amplificadores del miedo, profesionales del miedo' pone la piel de gallina.

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    1. Buenos días José. Siempre que me he imaginado una reunión de "países amigos en la coalición antiyihadista" como por ejemplo Turquía, Rusia, USA, Israel y Arabia Saudí hablando de terrorismo me he preguntado. ¿Servirá para algo más que para verse las caras o empeorar la situación? Es cierto que la adjetivación lleva a confusión, pero cuando en una ley aparece en su título el adjetivo (Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.) no queda otro remedio que opinar utilizando dichos adjetivos. Por eso concluyo hablando de violencia de ser humano contra ser humano, que es lo que yo pienso que existe.
      P.S. Otro caso parecido es cuando en una ley aparece un término como "discriminación positiva". Alguien puede pensar que con el mencionado término la ley es justa?

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  3. Pues si, está muy bien el análisis semántico de los términos usados para definir este "género de violencia", pero, en línea con el segundo comentario, la adjetivación, lejos de clarificar, complica el análisis y, sobre todo, la comparación de resultados obtenidos en distintos países: ¿en todos ellos se emplea la misma definición y se engloban todos los casos comparables?; las víctimas guardan algún tipo de relación con las denuncias presentadas?. Además, da igual. Es violencia, la odiosa violencia gratuita de siempre.
    Por cierto, ¿no tienes ninguna tabla que relacione la percepción de esta violencia con la extensión de su tratamiento en los medios de comunicación?.
    En todo caso, también yo, como tu primer comunicante, te agradezco la reflexión. Mientras no se trate de los males del Barcelona....

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    1. Buenos días Joaquín. Totalmente de acuerdo en que los adjetivos no clarifican sino que llevan a equívoco; por eso concluyo en el último párrafo que solo hay un tipo de violencia: la de un ser humano contra otro ser humano.
      El tema de la extrapolación y comparación de resultados es importante y se supone que se ha hecho exactamente igual en toda Europa (el Technical report de la encuesta está disponible en: http://fra.europa.eu/en/publication/2014/violence-against-women-eu-wide-survey-survey-methodology-sample-and-fieldwork). En cuanto a una tabla que relacione la percepción de violencia con medios de comunicación explícitamente no he encontrado, pero yo creo que la mayor percepción que se tiene en España es consecuencia de la amplia cobertura que tiene este tema en dichos medios. Todos sabemos que cuando se quiere que un tema "escale posiciones" en la encuesta sobre "los temas que preocupan a la sociedad española" basta con ponerlo en los informativos o titulares durante un par de meses. Ejemplos tenemos muchos, desde la corrupción al paro pasando por el terrorismo.
      Para acabar, los males del Barcelona no los conozco, solo sé de su bondades y éxitos. Estaremos hablando del mismo equipo?

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  4. Una lectora del blog me indica que debería mantenerse el término violencia doméstica !el cual es el adecuada, y el que se usa en resto de países civilizados en vez de utilizar de "género" (y/o sexo). Y esto es así, porque bajo VD se recoge todo delito (no sólo en el ámbito de un hogar) sino por la relación afectiva/familiar entre delincuente y víctima; o sea: hacia los padres, abuelos, hijos, esposos/as, novias/os y todo aquel que se encuentre en una situación vulnerable frente al agresor. De esta manera, se diferencia (y se agrava) frente a homicidios que suceden sin mediar ese componente afectivo o de vulnerabilidad: robos, peleas en lugares públicos, etc. que resultan en homicidios". Una vez más le agradezco a Isabel del Castillo sus conocimientos en derecho y la precisiónque me indica.

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