Translate

domingo, 20 de noviembre de 2016

Quo Vadis Europa? Es Europa una unión o un matriarcado?

Hace ya muchos años, Groucho Marx pronunció una de sus célebres máximas: “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.” Si aplicásemos esa frase en la Europa de los últimos años, el premio a su seguimiento se lo llevaría, y seguramente por unanimidad pese a la dura competencia, el hábil (¿?) ex-primer ministro británico David Cameron por su referéndum sobre el Brexit – la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) -.  En su ya famoso discurso en el cuartel general de los conservadores británicos en Bloomberg en Londres en 2013, Cameron ya puso por primera vez en el horizonte la promesa de celebrar un  referéndum para consultar a la población sobre si el Reino Unido debía permanecer en esa unión o no; de paso también anticipó su propia postura a favor de la permanencia en una UE reformada. En esa época, Cameron, Cameron reconoció el peligro de dicha convocatoria, pero llegó a la conclusión de que tenía que convocar el referéndum si quería preservar la unidad de los conservadores: "Mis diputados son increíblemente euroescépticos y el Ukip (United Kingdom Independence Party -Partido de la Independencia del Reino Unido-) me está respirando al cuello". En el año 2015, en las elecciones en el Reino Unido, los conservadores lograron la mayoría absoluta y el 10 de noviembre del año pasado, Cameron envió a sus socios europeos su lista de demandas para quedarse en la UE. Como los socios no aceptaron esa lista de demandas, Cameron convocó un referéndum para el 23 de Junio de este año y el resultado es el de todos conocido: La mayoría de los ciudadanos británicos votaron a favor de abandonarla y después de un ajustado recuento, estos fueron los resultados oficiales: 17, 410,742 votos a favor de dejar el bloque, 16, 577,342 votos en contra de la salida de la Unión Europea. El referéndum tuvo una participación del 72 por ciento. Aunque la historia de los encuentros y desencuentros entre “el continente” y “las islas” es largo y está bien documentado, no pretendo en este comentario hablar de ello sino que pretendo hablar de la Unión europea. Aunque, dándole la vuelta a un titular que según cuentan apareció en un periódico local británico en los años 30 y que hacía patente esta visión: "Fog in Channel; Continent Cut Off" (Niebla en el canal, el continente está aislado) cabría preguntarse ¿Quién está realmente aislado: el Continente o las Islas?



Volviendo atrás, Cameron, antes de convocar el referéndum sobre el Brexit, intentó que la UE aceptase unas reformas para continuar en ella. Este es el tema principal del artículo: ¿Qué tipo de unión necesita Europa para que la Unión Europea sea una realidad y que sea lo más parecido a una familia en la que todos rememos hacía el mismo destino?. En los últimos meses e podrían poner más ejemplos de desunión en Europa, desde el referéndum holandés sobre la aceptación o no del acuerdo de asociación de Ucrania con la Unión Europea hasta el referéndum en Hungría en el que se convocó a los húngaros a participar en un referéndum para mostrar su opinión sobre el sistema de cuotas de reubicación obligatoria de refugiados decidido por la UE. Por el camino están otros ejemplos como el referéndum sobre la reforma constitucional italiana, que según algunos medios alarma más en Europa que el propio Brexit, por el efecto que puede tener sobre la posible crisis del sistema bancario italiano y su colapso o la crisis originada por las oleadas masivas de refugiados procedentes de países en guerra y como debe tratar a estos refugiados. A todas estas crisis hay que sumarle la La crisis del euro, también llamada crisis de la zona euro, que es una crisis actualmente en marcha que afecta a los países de la zona euro. Tiene aspectos de una crisis de la deuda soberana, del sistema bancario y del sistema económico en general y probablemente sea el mayor desafío al que se ha enfrentado la UE hasta el momento y la causante de muchas de las desavenencias que he mencionado hasta ahora y que se puede resumir en: “La crisis ha hecho difícil o imposible a algunos países en la zona euro refinanciar su deuda pública sin la asistencia de terceros. Desde finales de 2007, el miedo a una crisis de deuda soberana comenzó a crecer entre los inversores como consecuencia del aumento de los niveles de deuda privada y pública en todo el mundo, al tiempo que se producía una ola de degradaciones en la calificación crediticia de la deuda gubernamental entre diferentes estados europeos. Las causas de la crisis eran diferentes según el país. En muchos de ellos, la deuda privada surgida como consecuencia de una burbuja en el precio de los activos inmobiliarios fue transferida hacia la deuda soberana, y ello como consecuencia del rescate público de los bancos quebrados y de las medidas de respuesta de los gobiernos a la debilidad económica post burbuja. La estructura de eurozona como una unión monetaria (esto es, una unión cambiaria) sin unión fiscal (esto es, sin reglas fiscales ni sobre las pensiones) contribuyó a la crisis y tuvo un fuerte impacto sobre la capacidad de los líderes europeos para reaccionar. Los bancos europeos tienen en su propiedad cantidades considerables de deuda soberana, de modo que la preocupación sobre la solvencia de los sistemas bancarios europeos o sobre la solvencia de la deuda soberana se refuerzan negativamente



Pero más allá del discurso y el debate político superficial, tal y como se menciona en el estudio: “Las cuatro crisis de la Unión Europea” publicado por José Antonio Sanahuja del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI) y publicado dentro de Cambio de ciclo: crisis, resistencias y respuestas globales Anuario 2012-2013: “hay que reconocer que la UE experimenta una crisis profunda que afecta a su racionalidad, legitimidad, relevancia y viabilidad. Esa crisis afecta al menos a cuatro dimensiones substantivas del proyecto europeo:

  • La primera se refiere a la UE como proyecto económico capaz de promover la estabilidad, el crecimiento y la competitividad internacional, generado empleo y bienestar a través, primordialmente, de la experiencia más avanzada del mundo de integración económica, abarcando tanto el mercado interior y la unión monetaria, como un conjunto de políticas comunes en materia de comercio, agricultura, energía, o I+D.
  • La segunda dimensión alude a la UE como experiencia federal y, en un sentido más amplio, como modelo político singular de gobernanza democrática cosmopolita; construcción “postnacional” o “postwestfaliana”, o experimento inédito de “gobernanza multinivel”, por mencionar algunas de las conceptualizaciones que se han elaborado para describir una realidad política que supone una redefinición “federalizante” de la soberanía, la democracia y la ciudadanía más allá del tradicional Estado-nación de base territorial.
  •  La tercera se refiere a la “Europa social” y al papel de la UE como mecanismo de solidaridad transnacional, a través de las políticas de cohesión económica, social y territorial, con objeto de promover una “convergencia real” de renta e indicadores sociales, aproximar los niveles de bienestar con los países de mayor desarrollo relativo, y atenuar los costes del ajuste y la transformación productiva.
  • Finalmente, la cuarta dimensión substantiva del proyecto europeo se refiere a su papel como actor global en un sistema internacional caracterizado por rápidos e intensos procesos de cambio en la naturaleza, las fuentes y las pautas de distribución del poder. Solo a través de una acción exterior común, y en particular mediante la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), incluyendo la Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD), se lograría que los Estados miembros y la UE como tal sigan siendo relevantes y puedan promover en el exterior tanto sus intereses como sus valores.” 



Es evidente que si Europa quiere hablar con una sola voz, tener unas instituciones que la representes y, en definitiva, quiereser un contrapoder a los EE.UU. o a China, no puede seguir siendo una “colonia” alemana o del eje Berlín-París. Muchos de los problemas que han acaecido en la UE en los últimos años, incluyendo el propio Brexit, están claramente influenciados por la soberbia alemana de pensar que ellos son la UE y el resto de Europa provincias que tienen que bailar al son que el Bundestag toque. Es cierto que Alemania y Francia – pensando que UK ya està fuera de la UE – son los países más importantes económica y políticamente de Europa, pero el resto de los países tiene que ser escuchado, considerado y comprendido. Un ejemplo claro, el incumplimiento del deficit: “Quien más, quien menos, los socios europeos incumplen puntualmente los criterios de Maastricht, según la estadística que recoge fielmente el prestigioso Instituto IFO alemán. Entre 1999 y 2015, Francia es el campeón del incumplimiento con 11 tantos, a pesar de que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento ha sido rehecho prácticamente a su medida y a la de Alemania”. Entonces, ¿por qué hay que castigar a otros países que incumplen con multas, recortes o como quiera que se llame la pena?




Para que la UE sea realmente una unión, lo primero que debe establecerse es confianza entre los países europeos, por ejemplo, y, en los tiempos que corren, dotarse de una política exterior y de seguridad común, de un servicio de inteligencia propiamente europeo y de unos mecanismos adecuados para luchar contra la radicalización de tantos jóvenes que viven entre nosotros. Pero un sistema de inteligencia común, compartiendo conocimientos y datos y sin pensar cada país o peor aún cada cuerpo de seguridad en si mismo. Otro ejemplo sería el establecimiento de una política económica común, en la cual no se esté a expensas de lo que decidan “los países ricos” ¿O deverdad alguien piensa que cada país puede hacer la guerra por su cuenta?. Sé que dado que Europa es “vieja” (aunque como alguien comentó en otra entrada no necesariamente sabia) es difícil consensuar muchas decisiones entre los distintos países pero o se reconoce al Parlamento Europeo capacidad no solo legislativa sino ejecutiva o Europa seguirá siendo un conjunto de reinos de taifas sin futuro común definido. Y esa indefinición seguirá siendo aprovechada por otras potencias no solo para pasar por encima de Europa sino también como mecanismo al que aferrarse en momentos de crisis y con los que sembrar cizaña y dividir. Quizás este sea un omento oportuno para reflexionar y poner las bases de una Unión Europea más parecida a lo que son los Estados Unidos de América y que pueda ser. además de un contrapoder real, un nuevo sistema político con las ventajas de tener una historia mucho más rica y una diversidad que puede servir para edificar algo más sólido. Es evidente que para que ello suceda muchos países deben renunciar a parte de su hegemonía y poder, pero seguramente es mucho mejor renunciar que esperar a que se pierda, lo roben o no se pueda ejercer. Si en lugar de unir lo que se pretende es diversificar y separar cada vez más el futuro es no oscuro, negro. Espero que el futuro de Europa no pase por algo tan exagerado como:



Realmente espero que al final Europa sea una nación, con los estados federados que sea necesario crea y que tengamos un futuro común y una normas comunes y que todos podamos ser tan europeos como se canta en esta vídeo.


2 comentarios:

  1. Muy buen apunte Planckito!
    A mí siempre me sorprendió que se pudiera construir una unión monetària sin una fiscal...pero es que falta incluso coordinació fiscal! Irlanda basó su crecimiento en burlar el sistema impositivo armonizado y bailar con su música particular, a los paises del sur se nos permitió nadar en la abundancia del crédito ilimitado...y tal como dices, la policía descoordinada - que cómo no lo ha de estar si las diferentes estatales ya va cada una por libre - en fin el miedo a que nos quiten lo nuestro alimenta el rechazo a quienes huyen para salvar sus vidas...qué poca memoria que tiene Europa...

    ResponderEliminar
  2. Tengo el presentimiento de que la UE no es que esté en proceso de deterioro sino que ya dejó de existir. Probablemente nunca llegó a existir, pero hace 30-40 años había el deseo, ilusión, esperanza, ... de que se podría conseguir una cierta Unión (aunque fuese de mínimos). Ahora me parece asistir a una competición de estados para legislar diferente a la utópica armonizada Europa, como consecuencia arrastrar a los demás miembros a esa ley - reglamentación y aparecer frente a sus votantes como los Champios (de las mezquindades localistas). Tengo alguna experiencia (como sufridor) en lo que a desarmonización reglamentaria se refiere y su continua aceleración en los últimos años.
    En cuanto a la 'solidaridad' (bien entendida!, como dijo Mariano, el Presi) basta con mencionar lo fácil resulta exigir a Grecia que devuelva los intereses a los bancos germanos ... y con los amigos, pelillos a la mar.
    No, no creo que toda la culpa de los políticos, pero la actual casta dirigente tiene una longitud de miras muy corta (espacial y temporal) y Europa solo se construye con una visión global y a largo plazo, sin buscar réditos en menos de cuatro años. En la sociedad actual, y sobre todo desde el advenimiento de las llamadas redes sociales (¿por qué se llamarán 'sociales'?), todo tiene que ser rápido e inmediato, pero para hacer un buen vino se necesita 'su' tiempo.

    ResponderEliminar

Esté en acuerdo o en desacuerdo con las entradas, procure ser educado en sus comentarios.
Muchas gracias por su colaboración